Las cuatro primeras fotograf�as son cortes�a de Rebecca Goff. El resto fueron tomadas directamente del libro de Emoto.
La foto de la izquierda presenta una muestra de agua helada del lago Fujiwara, en Jap�n. Como usted podr� ver, la estructura del agua es oscura y amorfa, sin que aparezca formaci�n cristalina alguna.
Rebecca nos coment�:
"El reverendo Kato no explic� que durante su meditaci�n de una hora, invoc� a los esp�ritus de los Siete Cielos: los Dioses de la Fortuna. Podr� usted notar c�mo esta foto aparece en color oro, en vez de blanco".
A la izquierda, a efectos de comparaci�n, aparece una fotograf�a representativa de una muestra de agua destilada "no tratada". Las diferentes muestras de agua destilada mostraron formaciones diferentes, pero nunca cristalizadas. Esta agua fue tratada a continuaci�n con sonidos grabados en cintas conteniendo palabras, nombres de personas, m�sica, o exponi�ndola a diferentes esencias florales. Algo interesante fue que se obtuvieron resultados diferentes dependiendo del idioma utilizado. Por ejemplo, la palabra "Thank you" en ingl�s ("Gracias" en castellano) evoc� diferentes formaciones cristalinas que la misma palabra en japon�s. A continuaci�n aparecen algunos otros efectos que Emoto encontr� en su investigaci�n:
De gran inter�s para la curaci�n y para el bienestar diario son los efectos extremos que sobre los cristales de agua tienen las palabras e ideas negativas. Cuando el agua destilada fue expuesta a grabaciones de Adolfo Hitler, se obtuvieron los resultados que aparecen a la izquierda.
Aqu� puede ver usted los resultados obtenidos con las palabras "Eres Tonto" aplicadas a otra muestra de agua destilada. Curiosamente, el modelo obtenido al aplicar las palabras "Eres Tonto", fue casi id�ntico al de aplicar m�sica heavy metal. Masaru Emoto comenta en su libro este paralelismo y la posibilidad
de que este tipo de m�sica atonte a las personas (los convierta en tontos).
Otro conjunto instructivo de fotograf�as mostraba la diferencia asombrosa entre los modelos cristalinos evocados por las palabras "Hag�moslo" y "Hazlo".
Los cristales formados por las palabras "Hag�moslo" eran como hermosos copos de nieve. La palabra "Hazlo", sin embargo, no form� ning�n cristal.
Algunas veces, cuando no podemos ver el resultado inmediato de nuestras oraciones y afirmaciones, pensamos que estas han fracasado. Pero, tal como podemos aprender de las asombrosas fotograf�as de Masaru Emoto, aquellos pensamientos de fracaso en s� mismos quedan tambi�n representados en los objetos f�sicos a nuestro alrededor. Ahora que somos conscientes de eso, quiz� podamos comenzar a darnos cuenta de que, incluso cuando los resultados inmediatos no son visibles a los ojos humanos, ellos est�n ah�. Cuando amamos nuestros propios cuerpos, ellos responden. Cuando enviamos nuestro amor (no sentimos unidos) a la Tierra, ella responde.
Nuestro propio cuerpo est� compuesto en un 70 por ciento de agua. Y la superficie de la tierra es tambi�n un 70 por ciento de agua. Hemos visto anteriormente la prueba de que el agua, lejos de estar inanimada, est� realmente viva y responde a nuestros pensamientos y emociones. Quiz�, habiendo visto esto, podamos comenzar a entender realmente el imponente poder que poseemos al elegir nuestros pensamientos e intenciones, para sanarnos a nosotros mismos, as� como a nuestro medio ambiente. Pero esto solo ser� posible si creemos.
Para ayudar a fortalecer la creencia de su hemisferio izquierdo en los milagros, puede ser interesante leer el siguiente cap�tulo titulado
Investigaciones sobre el Hecho Ps�quico: �Mejor cre�rselo!, en el que ofrecemos una breve descripci�n de la ya nunca m�s tormentosa relaci�n entre los estudios sobre Percepci�n Extrasensorial (ESP) y los principios de la ciencia moderna.Y esperamos que usted se una el d�a 24 de Septiembre a la emisi�n de Drunvalo en WorldPuja, en la que �l nos ayudar� a tejer juntos 12 merkabas globales para la sanaci�n.
Pero tanto si usted se une a nosotros en ese d�a, como si participa en otras meditaciones globales, o simplemente realiza este trabajo interno en la quietud de su propio coraz�n y mente, recuerde que podemos entre todos sanar el cuerpo de nuestra Madre y recrear un mundo limpio y pr�stino que dejar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos por siete generaciones.
--S. Barber